domingo, 6 de diciembre de 2015

un rincón oscuro

Existe un rincón oscuro en el fondo de cada persona, no siempre podemos verlo, no siempre esa persona sabe que esta ahí, es en ese rincón donde viven los miedos, las dudas y los delirios, ese rincón oscuro de nuestras almas que no estamos dispuestos a dejar ver a los que nos rodean por temor al juicio de que seguramente seremos objeto, ahí nacen los deseos mas oscuros de nuestro corazón y muchas veces ahí mismo se marchitan y mueren sin haber conocido nunca la luz, ahí viven nuestros demonios, regocijándose en nuestra vergüenza y burlándose de nuestra cobardía, ahí crece un monstruo, en lo mas profundo de sus sombras, lo mas adentro que podemos esconderlo y encerrarlo, a veces ese monstruo se hace lo bastante grande y fuerte para liberarse por si mismo, lo hemos visto numerosas veces, escapa y huye y toma el control y cuando todo termina y el monstruo es puesto bajo llave de nuevo alguien mas ha pagado el precio, a veces... a veces deliberadamente dejamos salir al monstruo al darnos cuenta que nos estamos liberando a nosotros mismos... nos hemos vuelto el monstruo, pero somos libres, cuando comprenderemos que en verdad, nuestro mas puro corazón esta poblado de oscuridad...

he estado pensando en ti...

Últimamente he estado pensando mucho en ti, lo que es raro, porque hace años que no se de ti, y más aun que no te veo, no creo que sea por nada en particular, quizá solo la nostalgia de la temporada, pero he estado pensando en que habrá sido de ti, supongo que es por que espero que alguien, no tu, quizá, pero alguien, se hiciera la misma pregunta sobre mi, dicen que basta que alguien nos piense para convertirnos en recuerdo, ni por un momento me arrepiento de haberte conocido y pasado todo lo que pasamos juntos, pero tampoco me arrepiento de  que haya terminado, si yo era Caos, tu eras desorden, y ambas cualidades aunque se parezcan bastante no deben convivir demasiado, soy tan consiente de la suerte que tuve de estar aunque fuera por un brevísimo espacio de tiempo contigo, y más consiente aun de la suerte que tuve que salir de una pieza de ese torbellino y me encuentro una vez más sorprendido por la suerte que a veces he demostrado tener cuando tantas cosas pudieran haber salido tan mal, así que, dónde estás? que haces ahora? Cuantos más después de mi han pasado a tu lado(la verdad prefiero no saber) no es que importe realmente saber las respuestas, solo creo que a veces es importante hacer las preguntas.

oscuridad

Doy un paso al frente y me quedo parado ahí, en el umbral, con temores y dudas invadiendo mi mente y la seguridad de que no habrá vuelta atrás me permito sentir por primera vez en muchos años un temor reverencial, pero con la misma certeza de que no se lo que vendrá, doy ese último paso al frente y dejo que la oscuridad me devore...

solo un sábado mas...

Era solo otro sábado tranquilo por la noche, que importaba que fuera 1 de noviembre, no era un hombre religioso ni mucho menos supersticioso, tenia decidido pasar la velada combatiendo el aburrimiento con un rompecabezas, eran casi las seis de la tarde.
Los números rojos brillaban casi con desgana en el reloj de noche al fondo de la habitación, marcaba las 11:55, la noche era fría y silenciosa y el único habitante de la casa dormitaba encima del rompecabezas que trataba de terminar antes de que el sueño le venciera finalmente, se iluminaba en su interminable tarea con una pequeña lampara de noche colocada a su lado, la ventana estaba abierta a pesar del frió por que estaba acostumbrado a ello, que era un poco mas de frió en una noche así, y por la ventana se veía una leve neblina que había caído de improvisó y amenazaba con cubrirlo todo lentamente con sus fríos dedos intangibles, cuando su reloj marcó las 12 se dio cuenta de que algo había cambiado, la noche era mas helada, pero no mas silenciosa, en medio de su estupor adormecido se daba cuenta de que había un murmullo de fondo que iba incrementando, al principio lo achacó al sueño, pero luego el murmullo se torno mas tangible y venia de su ventana, se levanto con pereza dispuesto a cerrar la ventana para calmar su desconcierto cuando percibió un olor familiar en el aire, era copal, el incienso llenaba la calle y entonces los vio, a lo lejos, saliendo del camino viejo que llevaba al cementerio y avanzando animadamente hacia la entrada del pueblo, debían ser algunos cientos de personas caminando en jubilosa expresión, su primer pensamiento fue.
"Bah, otra procesión de día de muerto!" pero entonces reflexiono en que la iglesia local no era tan devota como para mover a tanta gente en la madrugada al cementerio y que esa gente no iba hacia allá, sino que venia de ahí, el los hubiera visto pasar hacia allá, la procesión parecía arrastrar con ellos la espesura de la niebla y el olor a copal y flor de cempasúchil eran tan espesos que parecía ser la materia de la que estaba hecha la niebla, se quedo observando con aterrado interés como se acercaba la gente al camino principal, que empezaba bajo si casa, y entonces fue capaz de distinguirlos, hombres, mujeres y niños que avanzaban, algunos en grupos, otros solos, estos últimos la mayoría parecía simplemente seguir al grupo principal sin estar muy seguros de hacia donde iban, todos llevaban ropas sombrías y en algunos casi elegantes, la mayoría iba buscando algo en el suelo que el no alcanzaba a ver, y al llegar a la entrada principal del pueblo, casi todos parecieron encontrar entre la niebla eso que estaban buscando y sus expresiones cambiaban a una alegría inmensa, y ya sea que viajaran solos o en grupo se despedían del resto y emprendían a mayor paso su camino y se marchaban, algunos cantando, otros bailando, pero de todo esto solo le llegaba el mismo murmullo apagado que lo atrajo a la ventana, no había forma de estar seguro que decían entre ellos, entonces el grupo se fue haciendo mas y mas escaso y pudo reconocer a algunos de los personajes que formaban parte de la procesión, ahí estaba su viejo maestro de la escuela que hacia tantos años había muerto, estaba su vecina la que tantos gatos había tenido, estaban algunos que conoció de vista hacia mucho y el sabia que no podía. Ser ellos por que llevaban muertos muchos años, cuando el grupo ya solo lo comprendían unas cuantas docenas de personas lo vio, entre los pocos que quedaban, con el mismo traje azul pálido que fuera su favorito en vida y que el mismo le puso cuando murió, no podía ser otro mas que su padre, que tenia la misma expresión de confusión que el resto de las personas que le rodeaban, buscaban y buscaban entre la niebla algo que parecía que no estaba ahí, y conforme pasaban los minutos y luego las horas se podía sentir la tristeza y desesperación que les embargaba finalmente pudo salir de su ensimismamiento y sin poder contenerse mas soltó primero un leve.
- papa?
Y luego comenzó a gritar en su dirección.
- papa!!!
Pero su padre no fue capaz de escucharle, entonces sin ser capaz de contenerse mas tiempo bajo corriendo la escalera hasta su puerta del frente y la abrió de golpe, la niebla y la noche eran mas frías ahí, pero todavía podía verlos y ahora alcanzaba a entender algo de lo que decían, su viejo maestro se veía molesto y asustado mientras murmuraba.
- este año tampoco hay un camino para mi...
Y su vecina, la que tenia tantos gatos también decía.
-yo se que no deje familia que me recordara, pero es que nadie mas se acuerda de mi?
Y finalmente escucho a su padre decir.
- yo se que mi hijo sigue por aquí, a veces hasta visita mi tumba, yo se que se acordará de dejarme un camino para que pueda llegar a casa...
Entonces vio en el suelo lo que todos habían estado buscando, había los rastros de flores dejados por la gente para que las animas encontraran el camino a casa, la ultima mujer que encontró su camino se despidió de ellos y les dejo mientras cambiaba su expresión por una sonrisa al encontrar el que era su camino y los demás se quedaron ahí, parados en medio de la niebla, esperando y buscando algo que sabían que no encontrarían, sin poder aguantar mas salio de la casa en pos de su padre, pero al dar el primer paso fuera de la casa se dio cuenta de que no había nada ahí, solo niebla y el desencanto le baño como un balde de agua fría y la tristeza le consumió en un segundo, estiro la mano hacia la dirección en que había visto a su padre sin saber bien que decir ahora, seria posible que todo se lo hubiera imaginado?
Regreso a su habitación sintiendo un frió intenso en los huesos que no tenia nada que ver con la temperatura, al llegar a su cuarto corrió a la ventana con la esperanza de que aun estuvieran ahí, entre la niebla los difuntos olvidados, pero al asomar la cabeza impulsado por la súbita esperanza infantil de un hombre que solo desea poder decirle a su padre que no le ha olvidado todo lo que encontró fue la niebla cubriendo la calle y el leve aroma de flores e incienso flotando en el aire...

Coloquen sus ofrendas y realicen sus rituales, nunca saben cuando podrían arrepentirse de a quienes han olvidado...

noches largas

Fue una batalla de voluntades entre el demonio y yo, fue una batalla larga y dura, peleamos durante un día y una noche, o al menos eso creo, el tiempo no corre igual en ese tipo de condiciones, las reglas eran simples, la batalla no podía ser física y aquel que dudara o se quebrada primero terminaría sometido al otro, en mi caso eso significaría que mi alma seria consumida, procesada y almacenada en algún lugar de tormentos particularmente desagradable, en el caso del demonio eso significaría que tendría que acceder a mis peticiones cuando lo requiriera, la apuesta era alta para ambos, pero creo que yo tenia mas que ganar, empezó la mañana siguiente al acuerdo, salí a la calle sabiendo que en cualquier momento empezaría, pero el demonio era astuto y su primer estrategia fue no hacer nada y desgastarme psicológicamente con la espera, mi primera estrategia fue esperar ignorando al demonio, tome un desayuno pesado para sentirme lleno y olvidarme de estar oteando en cada esquina y a cada extraño que pasaba junto a mi,  en el viejo café de la esquina todo me resultaba conocido y al mismo tiempo sospechaba de todo, pero mi expresión no debía mostrar ningún cambio, compre un periódico y lo leí con tranquilidad en un parque a unas cuadras de mi casa, había llovido toda la noche, el piso estaba aun húmedo y cubierto de hojas, el olor era de tierra mojada y el aire era frió, era una mañana idónea para todo... incluso para enfrentarme a un demonio, el día transcurrió con tedio mientras esperaba a que el demonio hiciera algún movimiento y hacia la tarde al regresar a la casa el demonio lo hizo, el teléfono comenzó a sonar, noticias terribles de amigos y conocidos comenzaron a desfilar, sabia que por lo menos una debía ser verdad o no se habría molestado en inventar tantas, pero no había nada que pudiera hacer, así que para irritación del demonio me prepare un café y me senté a ver la tele un rato, mi sofá frente al televisor por lo regular muy cómodo y acogedor resultaba en este momento duro, e incomodo, como si de pronto hubiera olvidado la forma de mi cuerpo que tantas horas de estar tirado en el habían amoldado con esfuerzo, el cuarto se sentía helado y lúgubre conforme el sol decendia, me quedaba en sombras,al final de la tarde el demonio paso a un ataque frontal, conforme la luz del sol moría el demonio ganaba fuerzas, de pronto las sombras se hicieron mas oscuras y las paredes mas opresivas, de pronto mi acogedor refugio se volvía el campo de batalla, fue cuando comenzó el murmullo, primero como una corriente de agua pasando entre huesos viejos, como un montón de hojas muertas arrastradas por vientos intemporales sobre tumbas olvidadas, el parloteo era ininteligible por supuesto pero se sentía la maldad en el, mas tarde el murmullo se convirtió en zumbido, como el de un millar de moscas revoloteando en las ventanas de mi mente, justo entre mi cerebro y mi cráneo, poderoso, pero mas irritante que atemorizador, estaba tanteando mis defensas, es entonces cuando comenzaron las voces, antiguas y terribles, me contaban cosas que yo no quería saber, secretos del mundo, recuerdos antiguos y cosas aun por venir, hablaban de muerte y tragedia, hablaban de maldad inconmensurable, ese fue el primer momento en que casi dude que lo lograría, el demonio lo sabia y se lanzo de lleno, pero cometió un error garrafal, en su intento de llenar mi cabeza de conocimientos terribles me dio también datos útiles, conocimientos oscuros y antiguos, aprendí casi sin darme cuenta nuevos hechizos y nombres de otras entidades, para cuando se dio cuenta de su error el alba estaba ya próxima, su último intento fue aplastar mi espíritu por el puro peso de todo su odio y maldad, con mis fuerzas renovadas por la esperanza de que tal vez consiguiera salir vivo de esta me lance de lleno, una batalla de voluntades es una de esas situaciones que son muy difíciles de explicar, mi voluntad debía mantenerse enfocada en mantener al demonio a raya todo el tiempo, es como tratar de abrir una puerta sin tocarla, trataba de mantener la coherencia de mis pensamientos, concentrarme en la idea y el objetivo, todo al mismo tiempo, en tanto que el ataque del demonio era como sentir una presión que es física y no al mismo tiempo, que no viene de ningún lado, pero que trata de aplastarme igual desde dentro que desde fuera y lo único que lo detiene, es esta idea de que no lo permitiría, de que su voluntad no se sobrepondría a la mía, y de que la puerta se abriría en cualquier momento aun si no la tocaba, hacia el amanecer el demonio había gastado demasiada fuerza en tratar de destruirme y con la luz del sol sus fuerzas disminuirían considerablemente, yo también estaba exhausto, pero la voluntad del demonio se tambaleo primero y la mía gano terreno, es como sentir que sales del agua después de estar ahogándote muy lentamente, el primer trago de aire que llena los pulmones y te hace sentir que tal vez no mueras todavía, entonces es cuando todo se decidió, mi espíritu combativo le abatió sin piedad y admitiendo su derrota un horrible alarido marco el final de la lucha, creo que tal vez salio de mi garganta, no estoy seguro, pero el demonio estaba derrotado y ahora cada vez que le necesite deberá acudir a mi llamado, se que la victoria me ha costado mas de lo que todavía he notado, estoy seguro de que algo he perdido esta noche, todavía falta ver que fue...

de sueños y pesadillas...

Desperté el otro día, sin saber como había llegado hasta este lugar, creo que había estado durmiendo junto a un tétrico árbol que se caía a pedazos a ojos vista, su esquelético armazón de madera podrida se hinchaba con vida malsana, pero no provenía del árbol, pues al desprender un trozo de corteza comenzó a fluir de su interior no savia sino insectos gordos de aspecto quitinoso de varios colores y tamaños que se veían igual de enfermos y asquerosos y desprendían un poderoso olor a madera podrida, mas allá de las ramas del árbol de veía un cielo que no era exactamente blanco ni exactamente gris, mas bien formado por jirones de humo y nubes por igual que parecían estar amontonadas unas sobre otras de forma casi tortuosa para la vista, pues tomaban las formas mas singulares y tan pronto como trataba de comprender la forma esta desaparecía, el suelo donde me encontraba estaba formado por huesos de hombres y animales, se podía distinguir entre los montones algunos esqueletos completos de aves y mamíferos mas grandes, y entre ellos la mirada hueca de algunas calaveras que parecían reprocharme mi intrusión en esta, su última morada, y los huesos se extendían hasta el horizonte en todas direcciones, en algunas formando Valles que llegaban a las faldas de montañas que asumí que también estarían formadas de hueso, quise dar un paso pero el horrible crujir de los huesos bajo mis pies me detuvo, el pánico me invadía al contemplar la opción de no hacer nada y solo quedarme ahí, hasta engordar las filas de esqueletos de este páramo de pesadilla que me rodeaba, si tan solo pudiese recordar como había llegado hasta aquí... me senté de nuevo junto al árbol sopesando con desesperación mis posibilidades de huida y que eran cada una mas insensata que la anterior mientras pensaba en la aterradora idea de cruzar por los huesos... si tan solo recordara como llegue hasta ahí... si tan solo recordara...

aire...

Es como quedar atrapado en un mar de carne, los cuerpos amontonados de cualquier manera unos contra otros con piernas, brazos, codos, espaldas, pechos, hombros y rodillas clavándose por todas partes, en todas partes, y en cada estación se suben mas y mas y lo que era un espacio ajustados rápidamente se vuelve un lugar de cuerpos y nada de espacio, entonces es cuando empieza el calor, cada cuerpo a un mínimo de 37 grados con docenas y docenas de cuerpos agregando su aportación de calor y la temperatura empieza a subir y el sudor empieza a correr, primero en el pecho y la espalda, pero rápidamente se queda sin lugar para huir por que los cuerpos están tan apretados que solo llega a la conjunción con el siguiente cuerpo y empieza a acumularse, luego sigue la cara y la cabeza, cuando los Ríos de sudor empiezan a correr es entonces cuando la cosa se pone bochornosa, por que el calor esta en todas partes y no hay para donde hacerse, a estas alturas podemos dar por vencido al desodorante, la Colonia o el perfume, pues lo único que se puede aspirar es el espeso caldo de olores corporales mezclados unos con otros que golpean sin piedad al sentido del olfato, oficinistas, Secretarias, cocineros, Cargadores, albañiles, y demás añaden su respectivo aporte a la mezcla, en este punto he visto a mas de uno no resistir y buscar la puerta en la siguiente estación y buscar sobre todo el aire con la desesperación de quien se ha hundido en el mar y trata de alcanzar la superficie, los demás simplemente nos abstraemos a la realidad que nos rodea y esperamos, pensando "ya falta una estación menos" y aferrándonos a ese sencillo manera como quien camina por el desierto en pos del Oasis, pensado "ya falta una duna menos", y llega el punto en que el aire esta tan viciado que las mismas fosas nasales se cierran en reflejo y aspiramos solamente rodajas de hediondas emanaciones, hasta que finalmente llega el momento de bajar, ese maravilloso momento en que con golpes y empujones te antes camino a la salida y nada mas importa que esa sola bocanada de aire, que huele a smog y suciedad y que aun así es vigorosamente refrescante y los pulmones lo reciben con sincera gratitud...

El metro en hora pico...

otra tarde lluviosa...

El cielo tenia un necrótico color marrón mientras la lluvia limpiaba el aire y dejaba caer sobre los pobres desgraciados que andaban a pie por la calle toda la suciedad que había acumulada entre las nubes y nosotros, la tarde transcurre con lenta desidia mientras esperamos a que algo pase, lo que sea que nos saque de nuestra tediosa rutina, los truenos solamente sirven para presagiar una tarde lenta y lluviosa y un regreso a casa lento, largo y lluvioso.
Son los momentos mas lentos, aquellos en que estamos atrapados entre un lugar y otro, en una estación esperando el metro que no llega, en un camión, esperando que salga del embotellamiento, en una vida, entre el hoy y el mañana cuando mas claro vemos lo que hicimos mal, sin saber si lo podremos hacer mejor ahora.

Bosque oscuro

La gente solía contar que este bosque estaba embrujado, pero acaso no dicen lo mismo de todos los bosques? especialmente aquellos que están tan lejos de todo, tan descuidados, tan llenos de vida y tan vacíos de personas?

Caminamos por horas, atravesamos un riachuelo, nos sentamos a almorzar en unas rocas, nos cuidamos de no dejar nada que delatara nuestra presencia en este lugar y seguimos caminando, adentrándonos cada vez más en el bosque, al principio los arbustos eran espesos pero no más altos que los tobillos, conforme fuimos adentrándonos mas y más, los arboles fueron cerrándose mas y más en torno a nosotros, y los arbustos seguían haciéndose más grandes, cuando pasaban del metro de alto era casi imposible atravesarlos y preferimos rodearlos, esto sin darnos cuenta nos fue llevando en una ruta que parecía casi planeada, el bosque no estaba atrayendo a su centro, pero como todo el mundo sabe, la única forma de llegar finalmente a un lugar al que no sabes cómo llegar, es viajando en espiral, así uno acaba llegando finalmente al centro de todo.

Empezamos la caminata temprano cuando las primeras luces apenas estaban empezando a salir, pero ahora ya habían transcurrido casi 6 horas y aunque sabíamos que el sol estaba en lo alto con toda su fuerza, aquí abajo en el bosque viajábamos en penumbra, los arboles más viejos, más resistentes y más grandes empezaba a rodearnos y su gruesa capa de ramas y hojas se quedaba con toda la luz del sol, aquí los arbustos eran más escasos, pues sin tanta luz del sol era difícil que crecieran, pero las enormes y retorcidas raíces de los arboles seguían obligándonos a seguir un sendero que no estaba marcado, el ambiente comenzaba a ser frio y húmedo y la oscuridad creaba ilusiones en todos los rincones oscuros, en los recovecos de las ramas, en las y en los lejanos sonidos de los animales que no podíamos ver, sino adivinar que ahí estaban.

La noche nos alcanzó todavía caminando sin rumbo, creíamos que estábamos acostumbrados a convivir con la naturaleza, pero esto era diferente, este bosque era diferente, cuando la escasa luz del sol finalmente se agotó decidimos que era hora de prepararnos para dormir en el primer rincón acogedor que encontráramos, pero no parecía haber ninguno a la vista, súbitamente encontramos un claro, que iluminado en todo su esplendor por la brillante luz de la luna parecía una clara señal luminosa en medio de la reinante oscuridad que parecía la boca gigantesca de una criatura antigua pugnando por devorarnos si no apurábamos el paso, decidimos acomodar nuestras cosas en ese pequeño claro, que no podría medir más de unos 4 metros de diámetro, un pequeño agujero luminoso en medio de la oscuridad, por razones de seguridad no hicimos una fogata, solo pusimos nuestra potente lámpara de campaña en el centro, extendimos los sacos de dormir y nos dispusimos descansar después de un largo y agotador día de caminata.

Entonces empezaron los sueños, fueron sueños salvajes de cosas que corren y vuelan y cazan y viven y matan en vidas cortas y fugaces, no fueron sueños proféticos, ni sueños amenazadores, simplemente fueron sueños salvajes, era el bosque, estoy seguro ahora, el bosque que no estaba contando historias de dormir, no podría asegurar si me levante realmente durante la noche, o si fue solo parte del sueño, pero recuerdo haber salido de mi saco de dormir y empezar a correr por el bosque, recuerdo haberme movido a toda velocidad entre las raíces enormes de los arboles más viejos, trepar a esos mismos árboles, contemplar la luna desde sus alturas, sentir el aire frio en el pelaje y aspirar el olor del bosque en toda su intensidad por un par de fosas nasales alargadas y  poderosas que identificaban el olor de todos los animales que vivían y corrían y cazaban a mi lado, recuerdo el sabor fresco del agua helada del riachuelo y la sensación poderosa que transmitía esa misma frialdad, recuerdo haber cazado un pequeño ratón y saboreado su sangre, y finalmente recuerdo haber regresado a mi saco de dormir antes del amanecer y despertar ahí, todavía cansado, pero sintiéndome más fuerte de lo que había sentido en años.

Fue el bosque creo, al día siguiente cuando levantamos nuestro pequeño campamento caminamos solo durante unas pocas horas y nos encontrábamos nuevamente en el borde de este bosque extraño y antiguo que nos proporcionó durante una noche una poderosa visión del mundo desde un lugar muy profundo de la mente, creo que verdaderamente este bosque estaba embrujado, que lo que vivimos fue real y único, una muestra de que el mundo aun guarda misterios, y los mas afortunados, se topan con ellos.

de diablos y duendes...

Es una noche de diablos y duendes, les oigo corretear por la casa, veo sus orejas puntiagudas desvanecerse por el marco de la puerta cuando apuro la mirada en pos de sus correteos pero no se dejaran ver, todavía no, esta noche han venido buscando pelea y trataran de enfurecerme antes de mostrarse, pero no saben que yo he sido mas listo y mas rápido, pues he dejado un plato grande con miel y sangre al pie de mi cama y cuando menos se lo esperen les estaré sujetando por el pescuezo y obligandoles a servirme, esta noche incluso los diablos aprenderán que no pueden hacerme caer tan fácil...

magia...

Es como magia! -dijo el
Es magia!. Dijo ella. - que otra cosa puede ser?
ambos contemplaban con admiración sin tener ni la mas mínima idea de que era lo que habían hecho, se maravillaron antes las gotas de lluvia que caían a todo su alrededor, pero que no los tocaban, estaban en mitad del parque cuando había comenzado a llover, la gente rápidamente corrió a refugiarse, pero ahí no había lugar donde cubrirse, solo había una banca en mitad de una enorme zona descubierta, el le ofreció su chaqueta que poco o nada podía cubrirla y ella le dijo que ojala pudieran escapar de la lluvia sin tener que moverse de ahí, así fue como la idea nació en su cabeza y observo fijamente a la lluvia y se concentro en todo el espacio que había entre cada gota e imagino un domo de nada que se abría sobre ellos y entonces ahí estaba, no había realmente nada sobre ellos, pero la lluvia no podía alcanzarlos, estaban atrapados en mitad del parque ahora desierto, pero secos y a salvo, era como un millón de arcoiris formándose sobre ellos mientras la lejana luz del atardecer se quebraba sobre el aguacero que tenían encima, y nada mas importaba en el mundo... por que para ellos, todavía había magia ahí afuera, y el mundo era un lugar mas extraño y mucho mejor sabiendo eso.

heridas

Cada noche las vendaba con cuidado y por la mañana estaban limpias y casi curadas pero a medida que avanzaba el día sus heridas se abrían de nuevo, cada día era lo mismo, empezaban como ligeras lineas carmesí que se extendían por todo su cuerpo y se iban tornando mas y mas oscuras a medida que avanzaba el día, se abrían y comenzaban a doler en lugar de solo escocer y a sangrar después de un rato, ella las envolvía con vendas frías al inicio para aliviar el dolor, pero pronto eso no fue suficiente, empezó primero con los calmantes, pero rápidamente se volvieron inútiles, entonces intento con el alcohol, y eso adormeció sus sentidos un rato, por unas semanas o unos meses creyó que tenia paz, pero el dolor volvía con mas fuerza junto con el malestar, así que probo algo mas fuerte y como el polvo blanco entrando a toda velocidad por nariz le hacia sentir bien, creyó que estaba en paz... hasta que ya no se sintió así de nuevo y visitó un médico y luego otro pero sus heridas no estaban ahí cuando se quitaba los vendajes, pero el dolor siempre le hacia compañia, por todo su cuerpo, por toda su mente, todo el tiempo, en todo el espacio, por que ya no había lugar en que el dolor no estuviera y sus amigos le decían," quizá el dolor esta dentro de tu cabeza solamente", pero eso no le ayudaba y su mente se oscurecía con el paso de los días en una neblina roja de aturdimiento que le llenaba la cabeza y la volvía ciega y sorda al mundo y ella se encerraba mas y mas en si misma, el tiempo se fue estirando y su vida acortando y el mundo de volvió pequeño y frío y duro y lo que antes fuera luz ahora era oscuridad y lo que fuera calor ahora estaba helado como la muerte y solo el silencio se posa en su hombro y no le abandona nunca y ya no puede ver las heridas de tan grandes que se han abierto...

la espera

Las sillas de plástico se vuelven más y más incomodas hasta que permanecer en pie parece una buena opción, pero el cansancio ya pesa en todas las extremidades y esperando aferrado a la posibilidad de que todo fuera un mal sueño y nada de esto esté pasando.

La primera tarde todo parecía un nefasto presagio que pasaba tan rápido mientras observaba a todo el mundo corriendo de un lado para otro ocupados en sus tragedias personales hasta que cayó la noche y la sala se quedó casi vacía con solo las lámparas para mantener a raya la oscuridad y ni una triste sombra donde refugiarme de la realidad, nos quedamos los pocos rezagados que pasaríamos la noche ahí, apresurándose a formar pequeños grupos para no enfrentar solos la espera, otros como yo se recluían a si mismos en un silencio de miradas aterradas y extremidades entumidas, la primera noche mientras el frió se extendía por la sala yo solo era consciente de una sensación de pánico dentro de mi y las muchas horas que se escurrían con desesperante lentitud.

Así conocí esa sensación de vértigo que te hace creer que un agujero negro se acaba de abrir de forma inexplicable a la mitad de tu estómago y todas tus entrañas están siendo succionadas por él  y que de alguna forma acabara por tragarte de dentro hacia afuera sintiendo los órganos extenderse y reventarse y la piel distenderse hasta desgarrarse y voltear a un lado y otro y darte cuenta de que sigues sentado en la misma silla sin haber pegado el ojo en toda la noche y estas completo pero no es así, algo se ha roto de forma irreparable.
Es difícil entender hasta que punto un dolor puede comenzar tan dentro de uno y extenderse hasta convertirse en algo físico capaz de tirarnos al suelo y doblegar nuestro cuerpo, cuando no se puede gritar por que la voz se niega a salir y no se puede ni siquiera llorar por que no es suficiente para expresar cuanto duele.

El siguiente día, esperamos que lleguen las noticias y acaben con la incertidumbre que nos mantiene pensando en todas las cosas horrendas que podrían pasar y deseamos con toda nuestra alma que no pasen, el calor aumenta conforme la sala se llena y me doy cuenta por primera vez de un fuerte olor que satura mis fosas nasales, es el miedo que y la desesperación que desprenden algunos con tal intensidad que casi se puede palpar como un aura visible a su alrededor y sin conocerles sentirse identificado con la sensación, soy uno de ellos, y así nos mantenemos con terquedad aferrados a nuestros asientos  como temiendo que si nos levantáramos aunque fuera solo por un momento terribles cosas pasarían, las malas noticias y las tragedias que creemos estar evitando al quedarnos sentados a pesar del hambre, el cansancio y la incomodidad se desatarían en cuanto nos descuidáramos un minuto y cuando esas noticias llegan por fin y nuestros peores temores se confirman y al final todo pasa...
Pero jamás recuperare es pequeña parte de mí que quedo perdida en esa sala de espera.

mi karma

El significado de la palabra se escapa a los sentidos cuando se trata de definirlo de manera sucinta, pues sus implicaciones se expanden mas alla de los sentidos básicos y nos atrapan en espirales abstractas de fantasmas filosóficos e idiosincráticos.
A efectos prácticos yo he encontrado en la palabra un sentido y en ese sentido su significado desde varios puntos de vista propios, pero diferentes, mi Karma es balance, equilibrio, nos trae lo que hemos dado y nos quita lo que no debe ser nuestro, el karma esta vivo, y funge como una corriente viva sobre la cual viajamos sin control alguno en realidad, pues no podemos decidir en que momento recibiremos o nos será retirado esto o aquello, solamente podemos decidir a ciencia cierta como actuamos en consecuencia a cada nueva curva inesperada en nuestro viaje corriente abajo, cada nuevo tumbo y nuevo golpe contra las rocas de la iniquidad.
Las verdades de la vida no nos son rebeladas a lo largo del viaje por consecuencia de estos bruscos virajes, sino a pesar de ellos.
El karma es también un espejo de la peor clase, la que nos muestra tal cual somos, y es ahí donde mas revelaciones he encontrado sobre mi vida y mi persona, la corriente del Karma es inexorable, así ha golpeado cada vez que me he enfrentado a mis múltiples espejos de egoísmo e indiferencia(que considero es lo que mas he dejado en el mundo y en consecuencia lo que mas debo recoger eventualmente), no podemos por menos que mirar como justa retribución cada vez que uno de estos espejos, estas almas afines karmicamente hablando se topan de frente con nosotros y tenemos que soportar vernos a nosotros mismos en toda nuestra fealdad en ellos, no se debe mirar en ningún momento como un castigo o un pesar estos encuentros, pues somos nosotros, nos guste o no totalmente responsables de lo que cosechamos después de sembrarlo.
Por otro lado se debe saber distinguir cuando lo que nos sucede no es consecuencia de nuestro propio Karma(no siempre lo es, ahí esta el meollo del asunto), pues cuando alguien emprende sobre nosotros directamente una acción para afectarnos, esto no es nuestro Karma, es el suyo, y eventualmente también deberá regresar a el, de ahí mi uso anterior de la palabra iniquidad, pues nos sentimos heridos ante estos ataques externos sin entender que a pesar de que el Karma esta ya escrito, también esta vivo y es cambiante, y nuestra forma de responder ante estos eventos sin control es lo que generara mas Karma para nosotros.
La sabiduría, compasión, humildad y mesura son características que han brillado por su ausencia a lo largo de mi vida, no precisamente por que me considere particularmente monstruoso, simplemente egoísta de carrera larga, estoy seguro ahora de que el egoísmo es una cualidad menospreciada por considerarse negativa, cuando bien aplicada es lo que permite el progreso del mundo, pero mal aplicada es lo que hace de este mundo lo que es, de las personas lo que son hoy en día y de la naturaleza una broma cruel que nos deja expuestos y velados como criaturas poco evolucionadas que no dudarían en comerse a su progenie para sobrevivir(quizá no literalmente, pero incluso metafóricamente resulta atemorizante)
Así pues llego a la incómoda conclusión de que debo encontrar un cambio en mi para evitar la asfixiante sensación de asqueo cada que me encuentro de nuevo reflejado en mi peor representación (la sincera) y no me gusta lo que veo, difícil de admitir, mas difícil todavía de llevar a cabo…

huyendo en la noche

Dicen que solo puedes huir durante algún tiempo, al final tus demonios siempre te alcanzaran, los demonios de mi pasado me persiguen en la noche... envidio a esos individuos cuyos problemas están solo dentro de su cabeza y solo su remordimiento les hace sombra, mis demonios son un poco diferentes, literalmente me persiguen y cada vez están mas cerca, pronto estarán aquí y tendré que hacerles frente y lo único en lo que puedo pensar es en lo terriblemente fácil que seria dejarlos alcanzarme y terminar con esto, la persecución ha durado tanto que mi cansancio ya solo se mide en horas de dolor, los perros ladran a lo lejos y el viento grita mi nombre, saben que estoy aqui, sea como fuere ya no hay tiempo de correr, nos veremos las caras, quien sabe, a lo mejor y consigo vivir para ver otro amanecer...

y tu que es lo que ves cuando la luz se apaga?

- y que es lo que tu ves cuando la luz se apaga y te tienes que quedar solo contigo?
-Yo nunca me quedo realmente solo, mis demonios están siempre conmigo... En cada murmullo a medias escuchado, en cada rechinido del suelo que nadie está pisando, en cada respiración de una boca que no podemos ver, en esa figura vista de reojo durante una fracción de segundo y que al voltear desaparece, viven conmigo y por eso no temo a la noche, tengo a mis pies una corte de demonios y temores nocturnos conformando una curiosa corte, e inclinan sus garras y espadas ante y las blanden con fiereza contra cualquier otro mal que intente llegar a mí, no hay límite para la cantidad de demonios que podemos cargar dentro, pero incluso en el infinito espacio de pesar que cada uno lleva consigo, parece que nunca dejaran de llegar mas.

las calles vacias

Era tan solo la una de la mañana y tenía ganas de estar solo, pero no en esa lóbrega soledad tras los muros, cuando puedes sentirte a salvo entre cuatro paredes y dejar el mundo fuera,  existe otra soledad, que solo se da de noche y la ciudad esta vacía y reclamas como tu reino todo bajo tus pies.

Una brillante luna alumbraba mi camino y los faroles que aun funcionaban iluminaban aquí y allá un sendero marcado por miles de huellas anteriores a las mías, dicen que de noche las cosas develan su forma, o por lo menos otra forma, pasamos la vida con el temor a todo lo que se esconde en la noche, y mientras avanzo entre vagabundos que parecen formar extrañas decoraciones de puentes y pilares donde han colocado sus refugios, y paso por en medio de oscuros callejones donde ninguna luz logra traspasar dejo tras de mi el miedo y vuelvo a sentir la pertenencia a este mundo, a las personas que hay en el, a veces incluso a mi mismo, tiras de luz se extienden por la avenida a toda velocidad y me dejan rápidamente atrás, las patrullas con sus luces de colores crean reflejos y sombras que caminan a mi lado, girando alrededor al ritmo de las sirenas, ventanas a oscuras como ojos negros mirando con fijeza la bastedad de la noche y desvían un momento su incansable vigilia para verme pasar, veo a la gente que vive en la noche que me observa pasar como un intruso en sus pequeños mundos, como esferas de protectora luz dejando a la noche a raya mientras la vida pasa y recuerdo ese cuadro de nighthaws, pensando que así viven ellos, rodeados de oscuridad y concentrados en torno a momentos de normalidad,.

Me muevo por inercia, como si avanzara en una línea recta e invisible, pero esto solo me ocurre de noche, es como caminar por la orilla del camino, avanzando tras bambalinas de este teatro de realidad evito cruzarme con nada ni con nadie y sin dejar las calles alcanzo esa otra soledad sin paredes.

Finalmente llego a mi calle, el viaje ha terminado y no he resuelto nada, pero todo se siente mas claro, mas ligero, quizá menos vacío.

en la noche

Sus ojos brillaban con malicia en la noche, se movía con una soltura por todo mi alrededor, un leve aroma como de pasto recién cortado quedaba en el aire cada vez que visitaba mi cuarto o me encontraba en la calle, sus movimientos cadenciosos me hacían seguirla con los ojos hasta que se perdía de vista sin que me diera cuenta, el deleite que transmitían sus palabras cuando me hablaba de toda clase de atrocidades que esperaba que ejecutara por ella era quizá lo que más me asustaba, venía a mi siempre con nuevos horrores y formas de atormentar mi espíritu pero sus razones para hacerlo seguían siendo un misterio para mi, se sentaba a mi espalda y recargaba todo su peso contra mi, podía sentir el ritmo de su respiración mientras me platicaba cosas de mis conocidos y demás gente que me rodeaba, me decía cosas como "y julia y su hijo me tienen harta, deberías seguirlas por el camino, esperar a que crucen la calle y empujarlos a ambos bajo las ruedas del camión mas grande que pase..." y una vez que se le metían en la cabeza esta clase de ideas no las dejaba de repetir, de día y de noche me susurraba formas y lugares donde llevar a cabo estas acciones, "sería tan fácil prenderle fuego a la casa de don José con esas cortinas tan grandes en las ventanas, y esos muebles viejos de madera, solo tendrías que ayudar un poco al fuego a llegar a los lugares correctos y veras como arde hasta los cimientos", venia de noche pero no sabría decir si estaba despierto o dormido cuando hablábamos, y siempre quería que la ayudara a hacerle algo a la gente que me rodeaba,  "lleva al hijo de la vecina hasta el poco tras la vecindad y hazle mirar hacia dentro, y luego lo empujas, veras que no sobrevive la caída", cuando viajaba de día por la ciudad, cuando esperaba el metro en la estación  salía de las sombras para señalar a este o aquel y murmuraba con convicción irrevocable "a ese! Empújalo !!!".
Al final vinieron por mi, no pude evitar gritarles que no había sido yo, que ella me había dicho que los empujara bajo el camión, fue ella quien quería que le prendiera fuego a la casa del viejo... y empecé a recitar sin control todas las otras atrocidades que hice por ella y les narre como me seguía a todos lados, miraron en mi dirección casi con lastima, mi familia juro que no habían visto nunca a nadie hablando conmigo, pero yo seguía gritándoles que había sido mi culpa, que todo lo había hecho por ella hasta que la voz se me termino y cargándome por los brazos me trajeron a este sitio, donde las ventanas no abren y los muros son suaves y blancos.
Si guardo silencio el tiempo suficiente, a pesar de sus pastillas y sus terapias aun puedo escuchar un susurro que solo parece tener sentido en mis pesadillas.
Pase muchas noches esperando por ella, y en oscuridad mas profunda, cuando las luces ya se apagaron y solo un retazo de luna ilumina el marco de la ventana puedo ver su silueta escurrirse en mi cuarto sin un solo sonido y me parece ver de nuevo esos ojos asomados desde la sombra opuesta del cuarto y el suave ronroneo que siempre le acompaña y se con certeza que los susurros volverán a empezar de nuevo y yo aguardo.

odio y veneno

Soy una herida abierta que supura odio y veneno en el mundo... como todas las heridas, hizo falta un primer desgarrón que abrió la piel, el primer dolor que le tomo por sorpresa y le dio a conocer mi presencia, como todos los nacimientos fue doloroso, y como todos los dolores este dejo una marca mas allá de la piel, mis primeros bordes sangraron y ardieron, como inicio no parecía gran cosa, había tenido heridas mas graves, cicatrices mas marcadas, incluso estaba comenzando a sanar a pesar de la escasez de cuidados, los bordes se unieron, carne nueva cubrió la herida poco a poco y dejo de sangrar hasta hacerse costra y luego cicatriz.

La segunda vez que la carne se abrió vi el cuchillo venir directo hacia mi, pero no lo supimos esquivar, el filo entro profundo y en línea recta, el nuevo tejido se abrió y desgarro y las terminales nerviosas que apenas habían nacido en el chillaron de dolor y  furia, de nuevo estaba sangrando encima del mundo, incluso recibí mas cuidados, ya sabía lo que era el dolor y no le gustaba, bálsamos aplacadores se untaron en los bordes de mi existencia para atenuar mi dolor, pero este era profundo y empezaba a conocer el odio, el tiempo que tarde en sanar se prolongó y no deje de doler ni siquiera cuando piel nueva había dejado solo una cicatriz que me escondía del mundo, pero aquí seguía yo debajo, la desconfianza afloraba al más ligero rumor de cercanía.

Entonces llegó ella, sus dedos recorrían mis bordes y el cosquilleo que provocaba por todo mi ser daba calor y hacia olvidar el dolor viejo, los bordes de la cicatriz se suavizaron y casi desaparecí por completo, era solo un mal recuerdo y entonces un día ella se marchó, solo había el frio del recuerdo, mi tejido cicatrizado se volvió duro, pero no lo suficiente para resistir el siguiente golpe que casi fue fatal, la sangre mano en abundancia, el dolor recorrió hasta la última terminal nerviosa como una nube roja que brotaba de mi y se extendía sobre todos los pensamientos, finalmente estábamos ligados al dolor, era la única forma de comprender el mundo ahora, y después vino la locura y en medio de su locura comenzó a acuchillarme constantemente para no dejarme sanar nunca mas, fue cuando conocí el odio.

Odie y odie y el mundo era un lugar donde nada bueno podía volver a pasar y nadie era de fiar, yo menos que nadie y cuanto más odiaba más me dolía y cuanto más me dolía mas odiaba al mundo! Que placer puedo encontrar ya en el mundo que no derive del odio? A que dulces glorias puedo aspirar ahora si ya he desechado la idea de sanar y dejar de doler? Que catarsis puedo hallar si no es en el dolor ajeno que comprenda el mío, pero no compartiendo sino impartiendo.

Soy una herida abierta que supura odio y veneno al mundo viviendo de la esperanza de que alguien acabe con este suplicio y al mismo tiempo quiero que todos sufran lo mismo para que no sea el único...

finales

Había estado despierto toda la noche, como la noche anterior, y la anterior a esa, Juan no recordaba cual había sido la ultima vez que durmió, las luces estaban apagadas en toda la casa y esperaba sin moverse junto a la ventana del segundo piso, observando con atención hacia el frente de la casa esperando el momento en que su adversario se presentara, el cansancio le hacia cerrar los ojos pero el miedo a fallar los volvía a abrir, sabia que todo terminaría para el esta noche de una forma u otra


1.1 La figura que aguardaba oculto por las sombras en la entrada de la calle de Juan espero pacientemente hasta que las nubes cubrieron la poca luz de luna que había y se deslizo, mas que caminar de una sombra a otra, cuidando que ni uno solo de sus pasos hiciera algún sonido, llevaba la muerte guardada en el bolsillo en la forma de una afilada daga de acabado damasquino con empuñadura de ébano que gustaba de usar en este tipo de trabajos, sentía mas que ver lo que había en las profundas sombras que ni siquiera su aguda visión podían atravesar, y sabia con certeza que estaba a solo dos casas de su objetivo, al llegar al portal lateral que conducía al patio trasero apoyo un pie en la aldaba y con la agilidad increíble para una figura tan voluminosa de un solo brinco salvo la reja de entrada y cayo al otro lado sin emitir un solo sonido, se acerco a la parte trasera de la casa consciente de que era posible que su objetivo le estuviera esperando, pero su final era inevitable, Juan tenia una inexplicable desazón ante la calle que parecía vacía, por un momento le pareció detectar un movimiento cerca de la reja del patio trasero, pero resulto ser solo una sombra, su mente le jugaba bromas pesadas y mientras su ceño se fruncía por la frustración y el miedo, sintió un suave cosquilleo en su frente que le remitía a algo, algo importante, si tan solo pudiera recordar que.


1.2 Las sombras se arremolinaban alrededor de Juan, quería gritar, quería llamar a alguien, todo había sucedido tan rápido, fue solo una cabeceada y al abrir los ojos las luces del camión que venia de frente a toda velocidad estaban ya sobre el, después todo fue como moverse en cámara lenta, tiro del volante con todas sus fuerzas, el carro virando a medias mientras era embestido a toda velocidad y arrojado fuera de la carretera y chocar contra un árbol y luego otro y otro y su cuerpo siendo aplastado a cada nueva embestida del metal, sus huesos se partieron, su piel se desgarro y sus órganos internos estallaron por la violencia del choque cuya fuerza fue la suficiente para impulsar el auto atraves de dos arboles en donde difícilmente cabrían dos personas juntas y ahora estaba aprisionando lo que quedaba de su cuerpo entre pedazos de metal y madera, veía el mundo de cabeza y ya no sentía ningún dolor, pero era capaz de decir que la mitad de su cuerpo ya no estaba atada a el mientras la sangre se escapaba en un lento pero constante goteo que le drenaba lentamente la vida, había alguien llamándole, pero sus sentidos se apagaban lentamente, en sus oídos solo escuchaba el latido de su corazón mas lento cada vez, su visión se volvía borrosa y mas oscura cada vez, el olor a sangre y metal caliente se disipaba y se hace frió y pronto ya no podía sentir nada, el esfuerzo por tratar de recordar le hacia fruncir el ceño y lo ultimo que sintió antes de abandonarse a la oscuridad total fue un cosquilleo familiar en su frente, si tan solo pudiera recordar.


1.3 Juan deambulaba de una cuarto a otro por una casa que estaba en casi completa oscuridad, el las sombras se desprendían de las paredes y le seguían de una esquina a otra en cada cuarto al que entraba, algunas las podía ver, otras solamente las percibía pero instintivamente sabia que debía rehuir su contacto, hacia frió en toda la casa y le calaba hasta los huesos, no había forma de medir el tiempo, pero le pareció que llevaba horas corriendo por la casa, se asomaba a la ventana y solo veía una obscuridad absoluta y pasaba al siguiente pasillo y al siguiente cuarto, sin saber si el lugar era realmente tan grande o se hallaba perdido  dando vueltas en círculos, no había nada que tomar como referencia, las paredes estaban desnudas y mohosas y desprendían un fuerte olor a humedad pero no tenían nada que pudiera reconocer y las sombras se acercaban a el con premura tratando de tocarlo si se paraba demasiado a examinarlas para buscar algún punto de referencia, las puertas eran todas iguales, de madera rechinante y el suelo crujía bajo sus pasos formando una cacofonía estridente que acompañaba su carrera por el lugar en lo que le parecía un ciclo interminable, la desesperación amenazaba con vencerlo y dejar a las sombras alcanzarlo y fruncía el ceño mientras decidía que enfrentaría a las sombras en lugar de seguir corriendo y arremetía con los puños contra la mas cercana y sus manos se hundían en una oscuridad helada, mas solida que el aire pero tan insustancial que apenas se sentía excepto por que le helaba las manos y las dejaba ateridas y en cada violento golpe que soltaba contra las sombras estas parecían emitir un ligero murmullo seco que sonaba como las hojas muertas al partirse bajo pesadas botas, pronto se dio cuenta que eran sus risas mientras sus fuerzas le abandonaban y su cuerpo se cubría de escarcha al arrojársele encima mas y mas sombras volvía a sentir ese ligero cosquilleo en su frente que casi reconocía, pero que no lograba recordar, si tan solo pudiera recordar.


2. Juan estaba tendido en la cama en lo que parecía un plácido sueño que se tornaba inquieto por momentos, a su alrededor había maquinas que pitaban y lucían en sus pequeñas pantallas verdes toda clase de indicadores mientras la luz del sol se colaba por la ventana iluminando la habitación, la esposa de Juan se movió en la butaca colocada junto a su cama tratar infructuosamente de encontrar una posición más cómoda y finalmente renuncio al intento y se levantó rodeando la cama y dirigiendo desesperadas miradas al cuerpo de su marido que llevaba 3 días postrado en la cama sin poder despertar y cuyo estado se deterioraba rápidamente según lo que había podido entender a esos doctores que entraban a ratos en su cuarto para examinarlo y el parecía ponerse peor cada vez que esto pasaba, 3 días en los que ella no se había separado de su lado más de unos minutos por día sin poder hacer otra cosa que ayudar a las enfermeras a cambiarla posición de su cuerpo y de vez en vez, cuando veía que su ceño se marcaba como cuando estaba preocupado o molesto, darle un solo beso en la frente como había hecho todos el tiempo que llevaban de casados para calmarlo, el parecía darse cuenta de esto y sus gestos se serenaban y volvía a dormir plácidamente entre el sonido de las maquinas que lo monitorean pero ella sabía que solo era cuestión de tiempo sin necesidad de los diagnósticos de esos médicos que merodeaban como sombras de la muerte su cuarto que el estado de Juan no mejoraría, volvió a sentarse resignada a esperar mientras buscaba con la mirada nuevamente el ceño fruncido de su marido para besarle una vez más y las que pudiera antes del fin.

reflexiones de madrugada...

Estoy parado junto a la ventana, mirando hacia la avenida cubierta por una película aceitosa y un continuo goteo de lluvia, tengo a mi lado la cuarta taza de café de la noche, el sueño fue ahuyentado hace mucho de mis noches y solo sigo bebiéndolo por la costumbre, pero seguro que podría llegar a la quinta o sexta sin esfuerzo, hace un rato revisaba cosas viejas en mi viejo cuarto y encontré una de esas fotos que nos hacen recordar la infancia con nostalgia y frustración contemplando todas las expectativas de la vida que se nos han escapado con los años, pero me cuesta reconocerme en la foto, he oído de gente con padecimientos mentales tan graves que no reconocen su propio rostro en el espejo y terminan buscando salidas tan extremas como el suicidio, esto no es lo mismo por supuesto, me reconozco en el espejo, pero ya no soy quien fui y me cuesta recordar cuando fui aquel, creo que la principal discrepancia es que el individuó de la foto esta riendo con esa alegría pletórica propia de quien no sabe todavía suficiente del mundo y tampoco sabe eso, yo ya no recuerdo cuando fue la última vez que pude reír así, me dicen que tiendo mucho a enfocarme en las cosas negativas en lugar de las positivas, pero creo que es por que no he podido almacenar suficientes recuerdos positivos y por eso estos ganan por mayoría, veo la foto y trato de encuadrar sus rasgos con los míos, tengo mas arrugas, mas cicatrices, mas marcadas las lineas de expresión que ya no se irán, pero creo que sobre todo los ojos han cambiado, no les encuentro ningún parecido, si, siguen siendo pequeños y con ese aire adormilado propio de los que disfrutan mas en sueños, pero antes brillaban, estos devoran la luz, aquellos sonreían a la par que el resto de mi, estos miran con incredulidad el mundo que le rodea y desconfían de todos y de todo, aquellos veían todo con curiosidad,.estos con suspicacia, quizá solo sean los casi 15 años que han pasado... quizá.

en un universo simetrico...

Se dice que existen un numeró infinito de universos paralelos en los cuales un numeró infinito de detalles difieren de este tiempo y lugar donde estamos nosotros, pero yo no lo creo,.a mi entender,el universo es simétrico, lo que quiere decir que por cada parte hay una contraparte, lo siguiente proviene en su mayor parte de mi imaginación y puede interpretarse como mejor le parezca al lector.

En el inició primordial de las cosas no existía nada, que es una palabra tan basta y tan subestimada como "todo", por que la gente olvida que la simple palabra todo abarca a todo lo demás, lo que hay y lo que no, lo que fue, lo que sera y lo que nunca fue, igual con "nada", pues en el infinito espacio que ocupaba la nada a sus anchas, llenándolo todo con su inmensa bastedad de vacío no había lugar para nada mas, y así permaneció durante incontables eones.
En el principio solo existía la nada nació entonces la oscuridad y la oscuridad ya no era nada ni estaba vacía, y en el caos primordial de las cosas la oscuridad engendró por si misma las primeras conciencias con las que invadió la nada,.y no hubo nada que hacer, la nada solo pudo observar como la oscuridad lo cubría todo mientras todo lo que de ella brotaba se encaramaba en los nuevos rincones ya existentes de la creación, y así dejo de haber nada para convertirse en oscuridad y así la oscuridad se pobló de criaturas dadas a luz por las conciencias que ahí moraban y de esas criaturas es que nacieron los primeros miedos.
En el principió solo existía la nada, y en este lugar sin nada todo era blanco, carente de vida, calor o color alguno, y ahí, en ese blanco que no era un blanco que no era ni vivo ni muerto, por que no había nada, nació la luz y la luz creció, lentamente al principio, pero poco a poco fue invadiéndolo todo, hasta que no dejo espacio para la nada y solo hubo la luz cegadora y fría que no provenía de ningún lado, pero lo llenaba todo y la luz engendró conciencias por si misma y estas engendraron a su vez a las primeras criaturas y de ella provienen las primeras esperanzas.

Ahora imagine la totalidad de la existencia como el cálido y abrigador interior de un útero antes del trabajo de parto y dentro de esa bolsa de liquido amniótico de nada se encuentran dos universos en perpetuo trabajo de parto, y ahí es donde comienza la existencia de todo, nada de lo anterior descrito trasciende a un plano físico, pero deja marcada su influencia en todo lo que fue, lo que es y lo que sera y si están a punto de preguntarse si nosotros estamos en el universo de la luz o en el de la oscuridad, la respuesta es, a mi parecer, que existen dos mundos, paralelos e iguales entre si, pero opuestos, y ambos están en la luz y en la oscuridad, pero donde un detalle fue influenciado por la luz, en el otro fue influenciado por la oscuridad...

esos ojos

Sigo tu andar con hambre lobuna
Me pierdo en tus curvas y recovecos,
Me giro y regreso, y vuelvo a mirar,
Perdido en medio de una multitud de uno
Acompaso mi paso al tuyo o tu al mio
Y entonces cruzamos nuestras miradas
Ojos felinos, ojos feroces,
Que miran cual dentelladas al aire.

inquebrantable

vi a un hombre luchando contra su sombra en una pared, tenia los nudillos ensangrentados, la mirada perdida y yo creí que su mente estaba también en algún lugar muy distante, pero el estaba convencido de que podía ganar esa pelea.

al borde del delirio

texto basado en el personaje "delirio" de Neil Gaiman

Hay quienes piensan que los locos simplemente decidimos abandonar la cordura, pero no entienden, no pueden comprender que lo que hemos dejado atrás no es comparable desde ningún punto de vista cuerdo con aquello que recibimos a cambio.
Recuerdo el momento en que yo decidí dejar la cordura de lado, estaba sentado en el parque viendo a la gente que pasaba sin verme, o quizá solo me ignoraban, cuando la vi caminar hacia mi, una niña que no podría tener mas de 13 o 14 años, vestida de forma estrafalaria, con su cabello ondeando al aire… pero no había viendo y con cada paso que daba el color de este cambiaba como si estuviera formado por peces de colores que nadan a toda velocidad en el agua, y es que había peses de colores en su cabello!!!, bailaban alrededor de ella, estaban un momento y desaparecían al siguiente, trataba en vano de captar a detalle alguno de los peces, pero se movían tan rápido que parecían no estar ahí realmente, arrastraba tras de si tantos colores, todos los colores y se sentó a mi lado, me miro y sonrió, sus ojos eran extraños y tan atrayentes, su ojo izquierdo miraba al mundo desde un vitral verde como el agua del fondo de un lago y su ojo derecho era un orbe de azul, como si hubiera arrancado un trozo de cielo en un día perfecto sin nubes.
La niña de los peces de colores comenzó a juguetear con sus pies con el racimo de flores que empezaron a crecer a su alrededor en el momento que se sentó junto a mi.
-          Te gustan mis peces de colores?. Me dijo.
Ahora los peces se habían desprendido de su cabello y nadaban alrededor nuestro, extendí mis manos y les sentí rozar mis dedos, nadaban en el aire, y provocaban pequeñas ondas a su alrededor y solo acerté a asentir y observar embobado mientras colores que se separaban de las ondas pintaban el aire entre nosotros de tonos que jamás había imaginado hasta ahora, pero que no podría olvidar nunca mas, ahora jugueteaban entre nuestros pies, entonces se levantó y los colores le siguieron y me quede de nuevo en el mundo real y gris, en un lugar sin peces de colores y flores que brotan del aire y el terror que dejo su ausencia en el aire me asalto, me levante de golpe y le llame.
-          Espera!! Cómo te llamas? Quién eres??!!
-          Mis hermanos me llaman Delirio. Fue todo cuanto dijo.
Y el tiempo que parecía haberse detenido, de repente estaba corriendo de nuevo, mientras el ruido del mundo caía sobre mí y ella se había marchado.
Metí la mano en el bolsillo y un roce entre mis dedos y entonces lo supe, esta no sería la última vez nos encontráramos, saque al pececillo de mi bolsillo y se puso a dar vueltas sobre mi mano, sabía que no había marcha atrás, la cordura me abandonaba y yo no podía estar más entusiasmado por ello.

un miercoles por la tarde

te fuiste un lunes por la mañana,
y te dije adiós el miércoles por la tarde
es un recuerdo que sabe amargo
y que me rehusó a soltar todavía
pienso en ello a cada hora, 
en cada mañana fría,
en cada tarde calurosa,
en esas noches oscuras,
te fuiste un lunes por la mañana, 
y te dije adiós el miércoles por la tarde
te quedas a buen reguardo, 
te quedas acompañado y yo?
yo me quedo mas tranquilo.

buscando

He buscando dentro de mi todo aquello que está roto, pretendía encontrar el origen de mis fracturas internas, pero no ha sido una tarea nada fácil, pues he tenido que buscar a tientas los recuerdos de mis cicatrices, rastrear al tacto las marcas que dejaron en mi memoria todas mis fallas, escarbo con las uñas en las grietas de mi conciencia, presiono con prudencia los bultos desiguales de tejido dañado en mi ser, me sumerjo en el limo negro de mi memoria, me asfixio en mis recuerdos y dejo a la oscuridad del olvido entrar en mí, pasan ante mis ojos mis grandes aflicciones, y mis mayores penas, mi errores e incluso, si, ahí están, como lagartos prehistóricos que asoman sus enormes cabezas fuera de mi pasado, abriendo sus fauces, dando veloces dentelladas, son mis arrepentimientos que regresan para devorarme otro pedazo de vida, me arranque trozos de psique enteros para llegar al fondo de mi memoria, desgarre tejido y aparte cascajo de viejos recuerdos, y enterrado en el fondo solo encontré un hueco vacío y seco, hace mucho que el fondo de mi estaba abandonado.

su sombra

Recuerdo unos hombros anchos,
proyectaban su sombra como grandes alas,
su cara es ahora un borrón en mis recuerdos,
si me esfuerzo realmente, todavía capto detalles
ojos pequeños y muy juntos que brillaban,
una sonrisa burlona que invitaba a reír con el,
su saludo era un agarro de acero
era un roble viejo, alto e indomable,
pero le vi después estrujado por el tiempo,
sus hombros caer y su sombra palidecer
su agarre de hierro fundirse en blanda carne,
su piel de pergamino volverse transparente,
delgada como la hoja de papel mas ligera
las lineas de sus venas guiándolo al final
le vi enfermar y caer, 
y testarudamente levantarse de nuevo,
y caer de nuevo... por ultima vez-
postrado en una cama, consumiéndose
atormentado por agujas de dolor,
le vi luchar y agotar sus fuerzas
y lentamente apagarse, como una
hoguera en la noche y al final
solo quedo su oscuridad.

autoretrato

El espejo me regresa una imagen demacrada, de frente ancha y ceño fruncido, de cejas quizá demasiado juntas, de ojos apagados y cínicos, de mirada perdida, a veces dolida, casi siempre de furia apagada, de truenos que ya han resonado y han dejado solo el eco en el recuerdo, de sonrisa burlona que no recuerda una risa sincera.
Cuento mi historia en cicatrices trazadas a lo largo del cuerpo, esa vez que me cai, aquella vez que me abrí la cabeza y me dejaron el recuerdo de esos 5 puntos en la frente.
He tejido el entramado de mis mejores y mis peores recuerdos sobre la piel, y tengo grabado en la memoria aquellas cicatrices que ya han desaparecido.
El espejo no es amable y me recuerda lo que ven los demás cuando me ven a mí, pero también esta esa otra imagen, la que cambia cuando estoy pensando en ti, cuando mi semblante se ablanda, mi ceño se alisa y la sonrisa es sincera, pero esa otra imagen no la conoce nadie mas, porque es algo que no quiero compartir con nadie más, la otra imagen de mí que guardo solo para ti.

de cirugias innecesarias

Repartidos sobre una mesita como pequeños espejos ordenados por tamaño se encuentran varias hojas afiladas, con cuidado meticuloso selecciono el tamaño correcto, la mano firme y la vista al frente, palpo con mi mano libre el espacio intercostal, busco el lugar adecuado, hay un momento de titubeo mientras el filo del bisturí se posa sobre la piel y luego ejerzo un poco más de presión, se dibujo una fina línea roja, la piel se abre con facilidad y el dolor es mínimo todavía, el corte es preciso y el filo suficiente, una segunda pasada y el musculo quedo expuesto, en este punto el dolor hace temblar un poco mi mano y perlar una capa cada de sudor sobre mi frente, una corte mas y estoy dentro, con el separador mantengo las costillas abiertas, cada giro de la manivela que separa mas y mas las costillas se convierte rápidamente en latigazos recorren mi cuerpo irradiando el dolor hacia todo el cuerpo, con su palpitante epicentro sangrando cada vez con mayor abundancia, la mano ya no tan firme retira el escalpelo y me permito un respiro, un momento para prepararme para lo que sigue, los dedos tantean, buscan, me muevo dentro de la incisión y cada movimiento me crispa en un espasmo de dolor, busco el órgano invasor, con sutileza extiendo mis dedos por su contorno, buscando el lugar en el que se une a mi, donde se alimenta de mi, arterias de reciente nacimiento se extienden y entrelazan por el nuevo órgano irrigándolo, me permito un momento de descanso y el bisturí entra en donde estaban mis dedos que adivinando mas el camino que otra cosa se dirige hacia el suave tejido, rodeando, cortando con tajos cortos y limpios, la sangre mana de la herida pero el trabajo esta hecho, ahora solo queda esperar sobrevivir el periodo de recuperación, solo entonces me permito un solo gemido de dolor, mientras algo que se parece a la nostalgia me invade.

viaje de noche

El altavoz anunciaba que el último tren pasaría en cualquier momento y la estación cerraría inmediatamente después de su partida, había corrido 3 cuadras temiéndome no alcanzarlo y ahora el corazón me volvía a su lugar mientras esperaba en el andén a que llegara, gotas de lluvia caían a todo lo largo del techo, la lluvia de la calle me había alcanzado incluso en estas profundidades y un charco se había formado alrededor de mis pies pues toda mi ropa estaba empapada, un viento helado se colaba desde los respiradores de la estación, como la boca de extrañas criaturas que conversaban en los rincones oscuros sobre mi cabeza, el último tren del otro lado del andén llego a la estación y de repente el lugar se quedo vacío, podía escuchar un escoba barriendo alguna parte de la estación y voces que conversaban en voz baja, pero no había nadie a la vista, mientras toda mi atención se centraba en la boca negra del túnel y la luz que seguía esperando que apareciera en cualquier momento comencé a sentir que los minutos trascurrían con exasperante lentitud, y se alargaban por horas, veía mi reloj una y otra vez, y 5 minutos se convirtieron en 10, y estos en 20 y mientras la desesperación se apoderaba de mi por momentos, también la indecisión, podría correr a la salida, pero que tal si el ultimo tren todavía pasaba? Me recargue en la pared y cerré los ojos por unos momentos pensando en que si la estación cerraba seguramente alguien vendría a echarme fuera, o que si el tren pasaba podría llegar pronto a mi casa.

Abrí los ojos de golpe sintiendo que me había quedado dormido, mi reloj marcaba ya las 12:30 y me resigne a perder el tren y tener que caminar a casa, me levante solo para darme cuenta con temor de que había otra persona en el andén, de pie junto a las escaleras que salían de la estación, camine con cuidado de hacer poco ruido, la persona era un hombre de unos 40 años vestido con un traje ajado y bastante arrugado que seguramente debió estar de moda en mejores días, el hombre mantenía la mirada en el suelo mientras se balanceaba sobre sus pies como si estuviera borracho, al pasar por su lado dejo de moverse levemente, y al dejarlo atrás y comenzar a subir las escaleras me dijo con su voz de borrachín.
-       El tren no tarda en pasar sabe?
-       Ya pasan de las doce y media, no creo que pase a esta hora. Le dije y seguí subiendo la escalera.
Pero mi asombro fue mayor al ver a otra persona que bajaba la escalera con buen paso y de dos en dos escalones, era un muchacho, quizá solo un poco menor que yo, cargado con una pesada mochila y la misma cara de preocupación que debía tener yo al llegar corriendo a la estación, disminuí el paso y le escuche decir al hombre que ya estaba en el anden.
-       Ha pasado ya el último tren?
No alcance a escuchar la respuesta del otro hombre, pero el joven exclamo un sonoro suspiro de alivio y se acercó mas a la orilla del anden.
La curiosidad y la duda me invadieron por partes iguales y casi a regañadientes baje la escalera y me acerque al joven para preguntarle
-       Pensé que habían cerrado la estación hace rato.
-       Siempre te dejan pasar para alcanzar el último tren. Fue todo cuanto dijo por respuesta.
Me pareció escuchar un sonido agudo que venia del túnel y me acerque a la orilla para poder otear si mi salida de aquel lugar finalmente había llegado, el reloj marcaba casi la una, y otra silenciosa silueta bajaba por la escalera, esta era una mujer vestida de manera sobria que hacía sonar los tacones de sus zapatos en cada escalón hasta llegar junto al resto y colocarse a unos metros de mi, comenzaba a sentirme muy intranquilo entre estos extraños personajes.
Casi sin ruido el tren finalmente se deslizo en la estación, las puertas se abrieron, nadie bajo, entramos todos en el mismo vagón vacío, pero justo antes de cerrarse las puertas un individuo mas entro en el carro, yo sabía que no había forma de que hubiera bajado las estaciones y corrido hasta las puertas sin que lo hubiera visto, pero ahí estaba, acomodando su pesado corpachón en un asiento mientras lanzaba miradas al resto de los pasajeros.
por las ventanas al frente del vagón se podía ver un par de personas en el siguiente vagón, de pie al centro del vagón, de cara a las puertas, pero mirando fijamente el suelo.
Cerré los ojos un momento y una vez mas perdí la noción del tiempo debido al cansancio y al abrirlos seguíamos viajando a buena velocidad por el túnel, debí pasar varias estaciones sin darme cuenta por que el reloj ya marcaba la una, el borrachín se levantó y se coloco junto a la puerta, estábamos llegando finalmente a una estación, el sitio estaba vacío y varias de las luces estaban apagadas, no alcanzaba a leer el nombre de la estación, temí haberme pasado de mi parada y me iba a bajar cuando el borrachín me detuvo con la mirada y me dijo.
-       Esta no es todavía su parada muchacho… todavía no.
Silenciosamente el resto de los pasajeros lo siguieron fuera del tren mientras yo los veía, estupefacto, el frio de la noche me tenía atenazado y clavado al suelo frente a las puertas(o eso quería creer yo para no admitir que un miedo profundo era lo que realmente me detenía).
Las puertas se cerraron de golpe y el tren siguió su marcha, mientras yo seguía con la mirada a las persona que acababan de bajar del tren perderse en un pasillo mal iluminado de esa estación que no tenía ni idea de cual era, después de lo que me pareció una eternidad de pie junto a la puerta el tren finalmente llegaba a mi estación, toda iluminada, pero vacía, el alivio que sentí fue tal que subí corriendo las escaleras de la estación para salir de ahí antes de que cerraran por completo, pero fue mayor al toparme en la entrada a un empleado de la estación retirando los pesados candados y cadenas de la reja de la estación para dejar entrar a los primero viajeros del día, el reloj sobre la taquilla marcaba las 5 de la mañana.

soy un guante

Esta mañana me he levantado sintiendo como mis costuras tiraban y se resistían con cada estirón que daba para desperezarme, como el guante de un niño donde simplemente no hay espacio para mí, en mi cuerpo, otros días creo que soy un guante de invierno, cómodo y abrigador, pero estorboso y completamente inadecuado para realizar cualquier labor, a veces despierto y mi cuerpo se siente como los guantes de un asesino, hecho a la medida para dejar al mundo fuera de mi y capaz de cerrarse en torno al cuello de mi siguiente victima sin duda ni arrepentimiento, hay mañanas en que ya no soy un guante, estoy completamente expuesto, y tengo que ser una persona de nuevo y salir al mundo desprotegido y extraño sentirme cómodo y estorboso.

sábado, 28 de noviembre de 2015

carrera

Sonaban como tambores, la piel aporreada a toda potencia con un sonido salvaje y selvático al mismo tiempo, pero eran sus corazones golpeando sus pechos desde dentro, desbocados, sus garras arrancaban enormes trozos del suelo con cada potente zancada que daban, la jauría avanzaba en perfecta sincronía, comiéndose las millas por segundo, cada pocos kilómetros se detienen, levantas sus fauces llenas de colmillos brillantes como navajas para reajustar su curso tras de mi huella, pronto habrán alcanzado a su objetivo y entonces veremos de parte de quien esta la suerte cuando eso suceda, mi espada esta afilada y yo no huyo, solo los espero.
- Lupinos... perros sin correa!!

jueves, 26 de noviembre de 2015

obsesión de ti

obsesión de tus ojos y de tus miradas
obsesión de tus labios, y de tus besos
tu mirada calaba en mis entrañas,
me hacia cuestionarme tanta suerte,
pero tu calor me hacia olvidarlo todo
eras un sueño velado que casualmente era real,
una noche sin estrellas donde no me perdía,
un mar agitado que no me daba miedo.
y de repente todo se termino sin aviso,
me quede frió y paralizado
me pregunte si serian por que no era el momento,
la persona correcta para mi, pero no para ti.
Me torture mucho tiempo contigo
imaginando montones de escenarios,
complejos debates con razones irrefutables,
todo, para que te quedaras conmigo,
todo, solo en mi mente,
Luego comprendí que no iba a ser,
deje pasar demasiado tiempo,
quizá demasiadas oportunidades que no vi
pero ya solo podías verme como a un amigo
no un buen amigo, no un mejor amigo,
solo... otro amigo... y de esos te sobran.
la familiaridad obro en mi contra,
me ves sin garras ni colmillos,
no podrías estar mas equivocada.
Ya deje de arrancarte del recuerdo a mordidas
ya no desgarro mi obsesión de ti por dentro
ya no tengo mas, ...obsesión de ti.