domingo, 6 de diciembre de 2015

solo un sábado mas...

Era solo otro sábado tranquilo por la noche, que importaba que fuera 1 de noviembre, no era un hombre religioso ni mucho menos supersticioso, tenia decidido pasar la velada combatiendo el aburrimiento con un rompecabezas, eran casi las seis de la tarde.
Los números rojos brillaban casi con desgana en el reloj de noche al fondo de la habitación, marcaba las 11:55, la noche era fría y silenciosa y el único habitante de la casa dormitaba encima del rompecabezas que trataba de terminar antes de que el sueño le venciera finalmente, se iluminaba en su interminable tarea con una pequeña lampara de noche colocada a su lado, la ventana estaba abierta a pesar del frió por que estaba acostumbrado a ello, que era un poco mas de frió en una noche así, y por la ventana se veía una leve neblina que había caído de improvisó y amenazaba con cubrirlo todo lentamente con sus fríos dedos intangibles, cuando su reloj marcó las 12 se dio cuenta de que algo había cambiado, la noche era mas helada, pero no mas silenciosa, en medio de su estupor adormecido se daba cuenta de que había un murmullo de fondo que iba incrementando, al principio lo achacó al sueño, pero luego el murmullo se torno mas tangible y venia de su ventana, se levanto con pereza dispuesto a cerrar la ventana para calmar su desconcierto cuando percibió un olor familiar en el aire, era copal, el incienso llenaba la calle y entonces los vio, a lo lejos, saliendo del camino viejo que llevaba al cementerio y avanzando animadamente hacia la entrada del pueblo, debían ser algunos cientos de personas caminando en jubilosa expresión, su primer pensamiento fue.
"Bah, otra procesión de día de muerto!" pero entonces reflexiono en que la iglesia local no era tan devota como para mover a tanta gente en la madrugada al cementerio y que esa gente no iba hacia allá, sino que venia de ahí, el los hubiera visto pasar hacia allá, la procesión parecía arrastrar con ellos la espesura de la niebla y el olor a copal y flor de cempasúchil eran tan espesos que parecía ser la materia de la que estaba hecha la niebla, se quedo observando con aterrado interés como se acercaba la gente al camino principal, que empezaba bajo si casa, y entonces fue capaz de distinguirlos, hombres, mujeres y niños que avanzaban, algunos en grupos, otros solos, estos últimos la mayoría parecía simplemente seguir al grupo principal sin estar muy seguros de hacia donde iban, todos llevaban ropas sombrías y en algunos casi elegantes, la mayoría iba buscando algo en el suelo que el no alcanzaba a ver, y al llegar a la entrada principal del pueblo, casi todos parecieron encontrar entre la niebla eso que estaban buscando y sus expresiones cambiaban a una alegría inmensa, y ya sea que viajaran solos o en grupo se despedían del resto y emprendían a mayor paso su camino y se marchaban, algunos cantando, otros bailando, pero de todo esto solo le llegaba el mismo murmullo apagado que lo atrajo a la ventana, no había forma de estar seguro que decían entre ellos, entonces el grupo se fue haciendo mas y mas escaso y pudo reconocer a algunos de los personajes que formaban parte de la procesión, ahí estaba su viejo maestro de la escuela que hacia tantos años había muerto, estaba su vecina la que tantos gatos había tenido, estaban algunos que conoció de vista hacia mucho y el sabia que no podía. Ser ellos por que llevaban muertos muchos años, cuando el grupo ya solo lo comprendían unas cuantas docenas de personas lo vio, entre los pocos que quedaban, con el mismo traje azul pálido que fuera su favorito en vida y que el mismo le puso cuando murió, no podía ser otro mas que su padre, que tenia la misma expresión de confusión que el resto de las personas que le rodeaban, buscaban y buscaban entre la niebla algo que parecía que no estaba ahí, y conforme pasaban los minutos y luego las horas se podía sentir la tristeza y desesperación que les embargaba finalmente pudo salir de su ensimismamiento y sin poder contenerse mas soltó primero un leve.
- papa?
Y luego comenzó a gritar en su dirección.
- papa!!!
Pero su padre no fue capaz de escucharle, entonces sin ser capaz de contenerse mas tiempo bajo corriendo la escalera hasta su puerta del frente y la abrió de golpe, la niebla y la noche eran mas frías ahí, pero todavía podía verlos y ahora alcanzaba a entender algo de lo que decían, su viejo maestro se veía molesto y asustado mientras murmuraba.
- este año tampoco hay un camino para mi...
Y su vecina, la que tenia tantos gatos también decía.
-yo se que no deje familia que me recordara, pero es que nadie mas se acuerda de mi?
Y finalmente escucho a su padre decir.
- yo se que mi hijo sigue por aquí, a veces hasta visita mi tumba, yo se que se acordará de dejarme un camino para que pueda llegar a casa...
Entonces vio en el suelo lo que todos habían estado buscando, había los rastros de flores dejados por la gente para que las animas encontraran el camino a casa, la ultima mujer que encontró su camino se despidió de ellos y les dejo mientras cambiaba su expresión por una sonrisa al encontrar el que era su camino y los demás se quedaron ahí, parados en medio de la niebla, esperando y buscando algo que sabían que no encontrarían, sin poder aguantar mas salio de la casa en pos de su padre, pero al dar el primer paso fuera de la casa se dio cuenta de que no había nada ahí, solo niebla y el desencanto le baño como un balde de agua fría y la tristeza le consumió en un segundo, estiro la mano hacia la dirección en que había visto a su padre sin saber bien que decir ahora, seria posible que todo se lo hubiera imaginado?
Regreso a su habitación sintiendo un frió intenso en los huesos que no tenia nada que ver con la temperatura, al llegar a su cuarto corrió a la ventana con la esperanza de que aun estuvieran ahí, entre la niebla los difuntos olvidados, pero al asomar la cabeza impulsado por la súbita esperanza infantil de un hombre que solo desea poder decirle a su padre que no le ha olvidado todo lo que encontró fue la niebla cubriendo la calle y el leve aroma de flores e incienso flotando en el aire...

Coloquen sus ofrendas y realicen sus rituales, nunca saben cuando podrían arrepentirse de a quienes han olvidado...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario