amabilidad?

El problema de ser como soy, es que tengo un serio problema para relacionarme con personas normales es que nunca aprendí a hacerlo bien, puedo simular casi con precisión las formalidades de la interacción humana, pero me cansa y aburre rápidamente, siendo así, nunca aprendí los protocolos correctos y habiendo metido la pata numerosas veces al haber confundido lo que no era nada con algo, no me gusta arriesgarme más, así que los saludos imprevistos de personas imprevistas siempre me desconciertan, se aburrieron y mandaron msjs a todos a ver quién contestaban? Realmente estaba interesada en saber cómo me iba hoy? No se, y a veces tampoco quiero saber...

cuenta regresiva

Los años han pasado, y ahori sí empiezo a notar la diferencia jajaja, no me quejo, estoy en mejor forma de lo que he estado en los último 20 años y aún así... 

Puedo decir al menos que he aprendido un poco, que ya no cometo los mismos errores(siempre busco nuevos errores que cometer), pero a veces simplemente se siente pesado, cuando hago alguna referencia a algún evento que ocurrió hace diez, quince, veinte años, me siento un poco más pesado al moverme, más lento, más triste cuando la idea de que las cosas aún no son como yo quisiera, sin embargo puedo notar mis avances y eso importa.

La larga noche

Han pasado diez largos años desde la última vez que abrí este blog, y encontrar mis entradas de ese entonces es muy similar a abrir un cajón con fotos viejas, algunas palabras despiertan recuerdos añorados y otras(muchas) dan más bien pena ajena.

Igual que con las fotos viejas, leer palabras de más de diez años revelan que la persona que las escribió no es la misma que lee( mucho menos cabello, mucho más cansancio, pero por el camino también he podido soltaar casi todos mis miedos), pero sigo siendo yo, al menos esa parte es reconfortante, está nueva etapa incluye menos inspiración personal y más cotidianidad, que veo, que leo y que escucho estos días, y no por qué considere que mis gustos valgan la pena ser compartidos tanto como mi ego insiste en ser compartido, expuesto al siempre riesgoso juicio del internet y sus habitantes.